Y no solo tú, sino que el mundo necesita que cada vez seamos más las mujeres que se (auto) lideran, que (r) evolucionan su manera de entender el estilo, que son más conscientes, más responsables, más sostenibles con su consumo.
Aquí es donde muchas mujeres tergiversan lo que de verdad significa tener un armario minimalista. Se pierden en el qué y cuánta ropa “tienen que” comprar para que su armario sea minimalista cuando en realidad no tiene tanto que ver con la ropa que usas como con tu relación con el cambio.
Como con otra infinidad de cosas en la vida, para sacarle el máximo partido a tu armario minimalista lo más importante es trabajar tu mentalidad acerca de tu estilo.
Si estás en lucha con tu armario o simplemente quieres seguir avanzando hacia uno más minimalista, estas 10 cosas pueden serte útiles para hacer las paces con tu estilo y, sorprendentemente, ninguna de las 10 son ropa. 
1. Confianza en ti misma.
Creer en ti misma y en tus elecciones es crucial para construir un armario minimalista.
Abraza tu estilo sin buscar la validación de los demás. Tu armario debe ser un reflejo de tu verdadero yo, no una imagen falsa con el propósito de complacer a los demás.
2. Entender que la belleza viene del interior.
Tu apariencia te define, pero no determina tu valía. Y no tiene sentido cultivar la belleza externa si no cultivas la interna. De hecho, la belleza funciona mejor si va en una doble dirección. De dentro a fuera. Y de fuera a dentro.
El estilo tiene mucho más de contar quién eres con lo que llevas puesto que de ponerse sin más. Es más, cuando la filosofía del armario minimalista se cuela en tu vida descubrirás que necesitas menos ropa para sentirte más conectada con tu personalidad, tus valores y tu manera de vivir y de hacer.
3. Tu estilo por delante de sus tendencias.
Un armario elegido con cuidado y detalle basándote en tus gustos personales, lo que te favorece y lo que te resulta cómodo, útil y práctico para tu estilo de vida siempre será más sostenible que uno basado en tendencias -fugaces- si estas no te representan.
Activa la búsqueda de un armario atemporal que te haga eterna.
4. Conciencia del carácter efímero y fugaz de la moda.
Y en esta línea, si somos conscientes de que las tendencias vienen y van y pones el foco en que tu estilo, aunque te cueste creerlo, tiene matices que permanecen constantes a lo largo del tiempo, si identificas esos matices, te será muchísimo más fácil invertir en piezas de calidad para ti que resistan el paso del tiempo y eviten que caigas en la trampa de tener que estar “actualizando” tu armario constantemente para “estar a la moda”.
5. Establecer prioridades de en qué gastas tu dinero.
Replantéate qué te hace verdaderamente más feliz. ¿Un bolso más que probablemente no necesitas? ¿Ese bolso que es pieza de coleccionista para tu armario minimalista que tanto te ha costado encontrar? ¿O ese viaje a ese lugar que tantas ganas tenías de conocer?
Siempre está en tu mano cambiar la perspectiva de comprar más o invertir en experiencias o relaciones que, de verdad, te enriquezcan.
¿Qué tal si te animas a probar otras alternativas a la compra convencional como descubrir las historias que hay detrás del mercado de segunda mano o apostar por alquiler de prendas durante un tiempo para favorecer la economía circular -infinitamente más sostenible-?
6. Ser ejemplo para tus hij@s.
Cuando empiezas a andar el camino del minimalismo -que puede tener tu armario como punto de partida o otros muchos más puntos muy diferentes- se produce un efecto contagioso que irá aflorando en otras muchas facetas de tu vida hasta completarse.
Si tu entorno, y principalmente tus hij@s, ven en ti un referente de modelo de vida intencional puedes convertirte en inspiración para tomar decisiones más conscientes en sus propias vidas en las que se primen a sí mismos (sus para qués, sus porqués, sus qués, sus cuándos, sus cómos).
7. Agradecer lo que tienes.
Apreciar, reconocer y agradecer la ropa de tu armario te ayudará a resistir la tentación de “necesitar más” constantemente y sacarle el máximo partido a lo que ya tienes.
8. Abrazar el poder de la simplicidad.
Un armario minimalista conduce a una vida más sencilla, más intencional y más centrada. Al eliminar excesos y distracciones, podrás dedicar tu energía a lo verdaderamente importante para ti.
Crear un armario minimalista no se trata solo de la ropa en sí que tengas en su interior, sino también de tu mentalidad y tu actitud de resistencia al paradigma y la cultura del consumo por el consumo.
9. Apostar por la sostenibilidad.
Tener menos prendas te permite tener más hecha de forma ética, ecológica y responsable. Los armarios minimalistas, no te quepa duda, hacen de este nuestro un mundo mejor.
10. Ser flexible.
Que sea minimalista no significa que tu armario tenga que ser rígido e inmutable, sino un reflejo de la evolución y el dinamismo de tu estilo de vida y de tu propio crecimiento y desarrollo personal. Así que podrás ir adaptándolo a tus necesidades, situaciones y circunstancias personales.
Si quieres y eliges incorporar estas 10 cosas que no son ropa en tu armario, estarás guiando tus pasos hacia una vida más intencional, más consciente y más significativa para ti.
¿Estás en el camino? ¿Hay alguna cosa que ya hayas incorporado? ¿Qué viene después? ¿Por cuál vas a empezar? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Si decides seguir esta senda, aquí tienes Armario Minimalista.
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