Y mucho más. Poco a poco, irás viendo que gastas menos dinero pero que las prendas de tu armario son de más calidad. Por eso te durarán más y habrás echado a rodar una pequeña bola de nieve que no dejará de hacerse cada vez más grande. ¡Es el efecto flow del armario minimalista! Convertirte en una compradora consciente y responsable.
Porque nuestra forma de comprar influye en nuestro estilo. De hecho, llega mucho más lejos de lo que pensamos. Dice mucho de nuestros valores, de nuestro estilo de vida y de nuestras aspiraciones para construir el tipo de mundo en el que queremos vivir. ¿Te habías parado a pensarlo desde este punto de vista?
Como consumidoras, tenemos el poder, la oportunidad y la responsabilidad de decidir en qué, dónde, cuándo y cómo queremos gastar nuestro dinero.
Creo que sólo por una de estas dos razones, merece que definas tu propia política de compras. ¿Te apetece hacer este ejercicio conmigo?
¿Por qué compraR?
Para comprar con cabeza, lo primero que deberías averiguar es porqué compras. Y para ello, necesitas reflexionar acerca de tus hábitos de consumo.
Parto de la base de que nos gusta comprar. Lo que no nos gusta es que nos vendan. La industria textil, y sobre todo la conocida como fast fashion, lo sabe y nos lo pone fácil. Nos lo sirve rápido, atractivo, barato y cómodo de llevar. Muy caliente. En bandeja de plata. Y también muy frío. Sin anestesia. ¿Quién puede resistirse? ¿Quién no ha comprado esa pieza de Zara que se veía venir on fire solo “por miedo” a que si se lo pensaba dos veces ya no la encontrase?
Comportamientos de este tipo nos lleva a adquirir unas 70 prendas nuevas al año. ¿Mucho? ¿Poco? ¿Suficiente? ¿Demasiado? ¿Estamos locas?
Compramos por diferentes razones, la mayoría de las veces lo hacemos de forma impulsiva y casi nunca por una necesidad. Y olvidamos hacernos la pregunta más importante: ¿Para qué? ¿Cuál es la verdadera motivación de tu compra?
Para saberlo, piensa en qué contexto, situación y en qué momentos sueles hacerlo tú. ¿Fuiste expresamente a comprarlo? ¿No pudiste resistirte a hacerte con algo que llamó tu atención desde el escaparate cuando no era tu intención comprar? ¿Lo ves en un blog o en una newsletter y lo quieres ya? ¿Compras guiándote por el precio o dejándote llevar por ofertas y/o descuentos?
Después, ten en cuenta cuáles son tus disparadores emocionales de compra. Nuestro estado de ánimo está estrechamente relacionado con la forma en que consumimos. ¿Cómo es tu estado de ánimo generalmente cuando compras? ¿Cuánto te dura esa sensación? ¿Cómo te sientes después? ¿Sales de compras o navegas por las tiendas para relajarte? ¿Te concedes caprichos a modo de recompensa? ¿Necesitas alegrarte después de un mal día? ¿Te sientes triste y necesitas verte mejor? ¿Quieres parecerte a esa otra persona y te compras lo que lleva?
¿Qué y dónde comprar?
Para ser más selectiva en tus compras, trata de ver tu armario como un conjunto y no como una colección de piezas aisladas.
Todo el camino que hacemos en mi curso para convertir tu armario en un armario minimalista también pasa por decidir si quieres que, además de minimalista, sea sostenible.
Eso pasa por concretar todo lo posible los criterios de las prendas que quieres incorporar a tu armario a partir de ahora. Y esos criterios sólo los decides tú.
¿Quieres usar materiales sostenibles y ecológicos? ¿Prefieres llevar tejidos respetuosos con el medio ambiente? ¿Miras las etiquetas para saber dónde se produce lo que compras? ¿Primas la calidad o el precio? ¿Es importante para ti la marca? ¿Tienes claro por qué cuesta lo que cuesta? ¿Estás dispuesta a pagar ese precio por esas condiciones?
¿Dónde quieres que se fabrique lo que compras? ¿En tu ciudad, en tu país, en la Unión Europea, en otros países, en qué otro tipo de países? ¿Te decantas por el made in Spain o te da lo mismo? ¿En qué condiciones te gustaría que se fabricase esa ropa? ¿Te preocupan las condiciones laborales y de salud de quién las hace? ¿Elegirás marcas grandes o pequeñas? ¿Prefieres comprar en pequeños comercios o en grandes superficies? ¿Cómo viene empaquetado? ¿Cómo te lo hacen llegar a casa?
Trata de ver tu armario como un conjunto y no como una colección de piezas aisladas.
¿Cuándo comprar?
Aquí entran en juego muchas variables. Tu presupuesto, tus prioridades y también tus hábitos de compra.
Muchas mujeres prefieren salir menos de compras, pero comprar más cuando lo hacen. Revisan su armario, comprueban qué necesitan y regresan a casa con todo a la vez. Otras, en cambio, van picando con más asiduidad en compras de menor coste. Y suelen responder a caprichos, a cosas que nos entran por los ojos, a gangas, más que a necesidades por cubrir escritas en esa lista.
La realidad es que no hay mejor ni peor momento para comprar siempre y cuando tengas claro que necesitas lo que compras y que cumple con una función en tu armario. Es decir, que está en tu shopping/wish list.
Solo una cosa a tener en cuenta: si el precio es lo que te hace decidirte a hacer o no una compra, probablemente estés cometiendo un error. Con esto no quiero decir que evites a toda costa ofertas, rebajas o descuentos. Para nada. Todo lo contrario. Pero sí que seas sincera contigo misma y aproveches estas oportunidades para adquirir aquello que necesitas a un mejor precio, no por el precio en sí.
¿Cómo comprar?
Comprar con cabeza… y también con corazón.
Valora en tu política de compras la posibilidad de incluir una cláusula totalmente subjetiva sobre cómo quieres que sea tu conexión con tus marcas favoritas, cómo es tu vínculo emocional con ellas.
Por si te sirve de ayuda, a mí me cuesta menos gastarme un poquito más cuando conozco a las personas que se encuentran detrás de un negocio, cuando las piezas son un poquito más especiales, más cuidadas, más exigentes en algún detalle o cuando el fin de la compra va más allá del estrictamente comercial y adquiere un tinte solidario.
Te toca. ¿Cómo es tu política de compras? ¡Cuéntame aquí!
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